La Biología es la ciencia que estudia a los seres vivos; este concepto fue creado a principios del siglo XIX por Jean-Baptiste Lamarck, en Francia, y Gottfried R. Treviranus, en Alemania, sin embargo, el estudio de los seres vivos data de la antigüedad.
En el principio de la evolución humana, los conocimientos estuvieron basados en experiencias personales, trasmitidos de una generación a otra, cuyo objetivo era resolver problemas cotidianos.
A los conocimientos, basados en la experiencia, se les llama empíricos y ayudaron al hombre, por ejemplo, a utilizar el fuego, a identificar vegetales comestibles e, inclusive, a cruzar y mejorar algunas especies vegetales.
Las manifestaciones de la naturaleza –como trueno, relámpago y terremotos–, causaron miedo e inquietudes en el hombre quien, para explicarlos, ideó seres sobrenaturales a los que rendía culto. Así, mediante la magia y la religión, supuso controlar los fenómenos naturales.
Actualmente, los conocimientos empíricos han sido invalidados por la ciencia, la cual explica en forma lógica y razonada a los fenómenos, pese a ello algunos han servido como base a conocimientos científicos.
Para satisfacer sus necesidades, el hombre creó métodos para cultivar; aprendió a utilizar el fuego; se vistió con las pieles de animales que cazaba y con huesos fabricó utensilios y armas. Estos conocimientos empíricos contribuyeron al desarrollo de la humanidad.
El hombre, por falta de conocimientos, en ocasiones interpretaba de forma equivocada lo que observaba. Por ejemplo, Hipócrates y Galeno, médicos griegos de la antigüedad, aseguraban que las enfermedades eran causadas por vapores venenosos originados por el movimiento astral. En su época, la idea de que hubiera organismos vivos invisibles al ojo humano –bacterias y virus–, que provocaran la muerte de hombres y animales, era contraria al sentido común.
Cuando el hombre perfeccionó los métodos de observación y experimentación y tuvo la información suficiente para controlar sus experimentos, surgió el conocimiento científico y, con él, la ciencia biológica.
La ciencia se fundamenta en conocimientos objetivos, comprobables universalmente tanto por medio de la observación como de la experimentación. Los científicos no se apoyan en creencias, sino realizan numerosos estudios y experimentos antes de afirmar o negar el resultado de sus investigaciones.
Durante muchos años, el hombre ha acumulado una serie de conocimientos ordenados, razonados y exactos que en conjunto forman lo que se considera ciencia.
Estos conocimientos se han clasificado dando origen a ciencias especializadas, como biología, física, química, geografía, entre otras.
La antigua Grecia y la Biología
En Grecia se realizaron los primeros estudios biológicos que constan en registros escritos, entre ellos destacan:
Aristóteles. Filósofo y naturalista griego, escribió tratados de anatomía y botánica basados en la observación detallada de seres vivos. Elaboró la clasificación de éstos siguiendo una jerarquía en la que los seres más simples ocupaban una posición inferior y planteó la idea de que los complejos procedían de los primeros. Además, dividió a los seres vivos en plantas y animales; consideró tres grupos de plantas: hierbas, arbustos y árboles. A los animales los agrupó en: enaima, con sangre y anaima, sin sangre. Clasificó 540 especies de animales, según su forma y aspecto exteriores. Por esto se le considera el padre de la biología.
Hipócrates. Médico griego famoso por el juramento hipocrático, que rige la ética de los médicos actuales. Escribió una enciclopedia médica, cuya influencia llegó hasta el siglo XVII.
Galeno. Médico griego. Hizo descripciones anatómicas basadas en simios y humanos, por lo que fue el primer sabio en encontrar similitud entre ambos. Pensaba que la sangre atraviesa del lado derecho del corazón al izquierdo, idea equivocada que estuvo vigente hasta el siglo XVI. Galeno dio origen a una rama de la medicina, llamada anatomía comparada.
La civilización romana tuvo una función secundaria en cuanto a los adelantos en biología y con la caída del imperio se interrumpió la investigación científica en Europa, hasta el Renacimiento.
Edad Media
Durante la Edad Media, no hubo grandes avances científicos en Europa, en cambio, los árabes, quienes dominaban el norte de África y el Medio Oriente, lograron adelantos científicos relevantes; por ejemplo: las lentes, usadas para fabricar anteojos. También lograron avances en la medicina, al descubrir algunas causas de las enfermedades de los ojos.
Los habitantes de Mesoamérica, cultivaron muchas plantas, de las cuales en la actualidad nos alimentamos. Además, hicieron cruzas entre las mejores variedades de frijol, maíz, jitomate, aguacate, calabaza, entre otras, con el propósito de obtener mejores cosechas.
Los árabes hicieron importantes aportaciones en cuanto al uso de plantas para la curar enfermedades y practicaron la polifarmacia, que consistía en hacer una infusión de varias plantas que se administraba al enfermo con el propósito de que alguna de ellas lo aliviara.
En Europa se tuvo acceso a estos conocimientos debido a las traducciones que los monjes, hicieron de los numerosos escritos árabes llamados herbarios, en los que se describen diferentes plantas y las indicaciones para su empleo.
En la Edad Media, los medicamentos se preparaban en forma de bebida, agregando a la infusión de las plantas, azúcar, miel, esencias de rosas y cáscaras de naranja para mejorar su sabor. Asimismo, se hacían pomadas y linimentos mezclando grasas de animales con plantas.
A pesar de estos avances, la medicina estaba aún mezclada con ritos mágicos y el conocimiento de anatomía humana estaba limitado pues la Iglesia prohibía las disecciones de cadáveres.
La Biología después del siglo XV
El Renacimiento europeo trajo consigo grandes avances en biología. A mediados del siglo XVII, el empleo de aparatos como la lupa y el microscopio facilitaron el estudio del mundo microscópico, desconocido hasta esa época.
Anton van Leeuwenhoek, con su trabajo de tallado de lentes, creó un microscopio que aumentaba el tamaño de las imágenes cerca de 270 veces. Con él observó protozoarios, bacterias, glóbulos rojos de la sangre humana, etcétera. La invención del microscopio dio inició a los estudios de la célula y a la bacteriología.
Marcello Malpighi, Hooke y otros investigadores del siglo XVII, observaron con detalle insectos, conocieron las distintas partes de las plantas y estudiaron a numerosos microorganismos.
En el siglo XVIII, los conocimientos de la biología se incrementaron debido a los trabajos de Karl von Linné, naturalista y médico sueco quien perfeccionó, en 1758, la clasificación de animales y plantas, con una nomenclatura llamada binominal, que aún se utiliza.
El siglo XVIII marcó el nacimiento de la biología moderna.
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